28.7.07

El Poder de la Iglesia

(Massià blog)
En este caso el PODER cuando se usa mal ya es otra historia. Pero el PODER significa que los cristianos podríamos influïr en política para que se legislen leyes justas, leyes moralmente correctas. El PODER no significa en ningún modo tener dinero y estarse a la tumbona comodamente, el PODER es ante todo una “herramienta” para servir al mundo. Las cosas son así y no las podemos cambiar: quien tiene PODER, “PUEDE”.Una Iglesia desposeída de poder en nuestros días seria un cero a la izquierda en el panorama nacional, y en las misas se nos obligaría a cantar la Internacional Socialista. El PODER, forzosamente “alguien” ha de tenerlo, o la Derecha, o la Izquierda, o el Homosexualismo, o la Iglesia. Alguien debe triunfar por encima de los demás, no somos ángeles todavía. Sobre los abusos del Poder, no los causa el Poder sinó el Pecado, que tambien lleva la P delante y algunos todavía no se han enterado.

3 comentarios:

Carmen Bellver dijo...

Efectivamente, debieramos entender Poder como posibilidad de servicio a los demás. Lo que sucede es que el poder también corrompe y suele además ser muy narcisista dejando de lado a los otros, sólo se ve a sí mismo.
Un pésimo error. Pero sí, es necesaria la autoridad para el gobierno.

Anónimo dijo...

El Poder a veces lleva la doble P delante, y a veces no. No es garantía de doble eficacia, pero tienen la parabólica mejor orientada que otros.
Un saludo.

Montse dijo...

El poder, que palabra, hay que saber ejercerlo y sobretodo administrarlo, muchas veces los políticos, o los líderes de la iglesia o demás prometen muchas cosas, nos deleitan con su palabra, y lo más cómico es que ellos se lo creen a veces, pero nosotros sí.
Pero como dice un dicho: TODOS TENEMOS UN PRECIO, y el precio del poder a veces, es hacer lo contrario de lo que pensabas hacer.