7.5.05

La Mayoría A Veces Muerde

Manifestaciones Imágenes Google

(Antes de la invasión americana en Iraq, las gentes de España se arremolinaban en manifestaciones callejeras en contra de la guerra. El artículo me lo publicaron en algún diario digital. )
Las auténticas verdades no se pueden decir por la presión de la gran mayoría poderosa imperante en el momento, y siempre se arriesga uno en ello cuando queda en inferioridad numérica, y en el caso que nos ocupa es el inmenso gentío que se está poniendo con su opinión en contra de esta guerra.

Es evidente que EE.UU. está ejerciendo de guardia-urbano-terráqueo y su decisión de atacar a Saddam es ni más ni menos, una operación rutinaria de su trabajo de muchos decenios, y bien se le pueden perdonar unos ciertos motivos de querer llevar el "agua" del petróleo hacia su propio molino.

También no es menos cierto que, el oponerse a toda guerra siempre mueve las conciencias a la solidaridad y a los deseos nobles, como también sirve para mentalizar a los gobernantes como el presi Bush a poner mejores sistemas para evitar en lo posible una guerra larga con demasiadas víctimas. Tengo entendido que han inventado una bomba magnética que no afecta a las personas, y sí a todos los sistemas electrónicos.

Tenemos aquí con estas reflexiones que, opinando así me pongo de los dos lados, defendiendo la guerra y gritando también contra ella, y considero la postura como la más auténtica en vista al tremendo terrorismo amenazante. Algunos me tildaran de bañarme y guardar la ropa al mismo tiempo, porque doy mi beneplácito a EE.UU., y por otro lado me pongo contra la guerra, pero las dos posturas son complementarias y no contradictorias.

Y serían contradictorias sólo en el supuesto de que EE.UU. fuera capaz de volverse atrás, cosa que nunca lo hará por causa de los terribles atentados de las gemelas, y aunque tenga que saltarse a la ONU y a quien sea, nadie conseguirá pararlos, y en vistas a esto por otro lado me sumo tambien a pegar carteles contra la guerra sólo para minimizar los efectos de ésta.

Ésta reflexión mía no resulta demasiado facilona de digerir, es evidente, y la dirijo solamente a los lectores mínimamente pensadores y meditativos, a los que se gastan tiempo en trabajo silencioso de ermitaños caseros, y a los demás lectores más generales que son la gran mayoría exaltada e influenciable, no creo que mi reflexión les entre en la cabeza, ni a golpe de martillo.

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